La explosión mediática de las redes sociales moviliza grandes núcleos sociales a seguir tendencias de comportamiento que en la mayoría de las veces erosionan el sistema de valores de la familia. Por lo tanto, los padres deben abandonar prejuicios y sumarse a la interacción digital para encausar la socialización de los más jóvenes.
La crianza de los niños en la actualidad es una tarea más complicada quizás de lo que se hacía hace 10 o 20 años, porque las nuevas generaciones nacen prácticamente con un teléfono inteligente en la mano, aprenden varios idiomas desde temprana edad y antes de su primera década ya son expertos de la navegación en Internet.
Antes que nada, es fundamental que los padres modernos asimilen que su rol de guía debe ampliarse a las redes sociales de forma escalonada, es decir; que no deben emprender una "cacería de brujas en la Web", sino todo lo contrario, aprender cómo se maneja cada plataforma para luego "asesorar" a los hijos en la selección de amistades, administración de fotografías, herramientas de aprendizaje y técnicas para conseguir empleo, claro, eso es para los más grandes.
Investigadores de la Universidad de Nueva York adelantan que los padres modernos tienen por delante el gran desafío de conservar la institución de la familia, más aún cuando artistas, cantantes, actores y otras celebridades pierden pudor y le suben el tono a los social media con fotografías y videos que incentivan las relaciones sexuales, el consumo de drogas o el extremo al consumo excesivo del alcohol.
Los dirigentes de un núcleo familiar deben fortalecer los valores básicos de conducta que han soportado la sociedad durante los últimos 50 años y combatir con inteligencia patrones virtuales que se están tomando como naturales, porque al parecer, la polémica del desnudo, borrachera y sobredosis es una técnica para ganar seguidores/followers en poco tiempo.
Dios le regaló a la humanidad la autonomía para decorar su existencia con cada decisión, sin embargo, muchos dictámenes personales están perjudicando el desarrollo de los hombres del mañana porque los niños están siendo más precoces en su forma de hablar, desarrollar conceptos e iniciar su vida sexual cerca de los 12 años.
¿Qué hacer? Lo primero es no alarmarse, aceptar que la sociedad eventualmente actualiza su inconsciente colectivo, pero para que esa evolución sea la correcta, La Familia debe honrar su institución para fortificar la socialización primaria, esa programación del individuo que efectúan los padres para forjar un sistema de valores morales y patrones de conductas estandarizados.
Los niños aprenden a través de la imitación, allí los sociólogos hacen hincapié en que los padres deben mostrarle al descendiente cómo un individuo debe comportarse. Por eso, ahora más que nunca los líderes de la familia deben intervenir en las redes sociales con amplitud y profundidad para darle ejemplo a las nuevas generaciones.
La crianza de los niños en la actualidad es una tarea más complicada quizás de lo que se hacía hace 10 o 20 años, porque las nuevas generaciones nacen prácticamente con un teléfono inteligente en la mano, aprenden varios idiomas desde temprana edad y antes de su primera década ya son expertos de la navegación en Internet.
Antes que nada, es fundamental que los padres modernos asimilen que su rol de guía debe ampliarse a las redes sociales de forma escalonada, es decir; que no deben emprender una "cacería de brujas en la Web", sino todo lo contrario, aprender cómo se maneja cada plataforma para luego "asesorar" a los hijos en la selección de amistades, administración de fotografías, herramientas de aprendizaje y técnicas para conseguir empleo, claro, eso es para los más grandes.
Investigadores de la Universidad de Nueva York adelantan que los padres modernos tienen por delante el gran desafío de conservar la institución de la familia, más aún cuando artistas, cantantes, actores y otras celebridades pierden pudor y le suben el tono a los social media con fotografías y videos que incentivan las relaciones sexuales, el consumo de drogas o el extremo al consumo excesivo del alcohol.
Los dirigentes de un núcleo familiar deben fortalecer los valores básicos de conducta que han soportado la sociedad durante los últimos 50 años y combatir con inteligencia patrones virtuales que se están tomando como naturales, porque al parecer, la polémica del desnudo, borrachera y sobredosis es una técnica para ganar seguidores/followers en poco tiempo.
Dios le regaló a la humanidad la autonomía para decorar su existencia con cada decisión, sin embargo, muchos dictámenes personales están perjudicando el desarrollo de los hombres del mañana porque los niños están siendo más precoces en su forma de hablar, desarrollar conceptos e iniciar su vida sexual cerca de los 12 años.
¿Qué hacer? Lo primero es no alarmarse, aceptar que la sociedad eventualmente actualiza su inconsciente colectivo, pero para que esa evolución sea la correcta, La Familia debe honrar su institución para fortificar la socialización primaria, esa programación del individuo que efectúan los padres para forjar un sistema de valores morales y patrones de conductas estandarizados.
Los niños aprenden a través de la imitación, allí los sociólogos hacen hincapié en que los padres deben mostrarle al descendiente cómo un individuo debe comportarse. Por eso, ahora más que nunca los líderes de la familia deben intervenir en las redes sociales con amplitud y profundidad para darle ejemplo a las nuevas generaciones.